La maricultura, según Juan Manuel Llorens, es un sector de la acuicultura que se enfoca en el cultivo de organismos acuáticos en el mar, incluyendo peces, crustáceos y algas. El término más amplio «acuicultura» abarca la cría de cualquier organismo acuático, ya sea en ambientes de agua dulce o salada. El desarrollo y expansión de la maricultura prometen satisfacer las crecientes demandas para la producción de mariscos al mismo tiempo que abordan las preocupaciones sobre la sostenibilidad ambiental.
Con una gestión y regulación adecuada, la maricultura tiene el potencial para hacer contribuciones significativas a la seguridad alimentaria global y al crecimiento económico dentro de las comunidades costeras. A medida que esta industria continúa evolucionando y expandiéndose, es importante priorizar prácticas responsables que minimicen el impacto ambiental mientras maximizan la eficiencia en la producción.
Las algas han sido un recurso importante en la industria alimentaria durante muchos años, especialmente en países como Japón. Sin embargo, en la provincia, el mercado no es todavía muy grande y su uso se limita principalmente a la producción de sushi.
A largo plazo, existe la posibilidad de trabajar con algas en la provincia para usos más diversos que van más allá del consumo humano. Es importante explorar estas oportunidades y considerar cómo podrían beneficiar a diferentes sectores industriales y económicos.
Se ha tomado la decisión de potenciar el desarrollo sustentable de la maricultura para subir la matriz productiva de San Antonio Oeste. A corto plazo, la idea es desarrollar la cría del mejillón, y próximamente hacerlo en Sierra Grande. Llorens aclaró para noticiasnet.com.ar lo siguiente: «a largo plazo, se buscará empezar a producir otras especies, como la trucha en agua salada, pero todavía le falta unas vueltas de tuerca». Esta iniciativa representa un gran avance para el sector acuícola de la región y promete generar importantes beneficios económicos y ambientales a largo plazo.