Los datos sobre su aparición nos ubican en épocas tal vez inmemoriales. El hombre, desde el inicio, ha sido el creador de esta fuerza productiva. Desde la mirada de Max Weber, tomando como referencia su obra «La ética protestante y el espíritu del capitalismo», se puede observar cómo la religión calvinista influyó en la formación del capitalismo moderno.
Weber argumenta que la ética promovida por el calvinismo, basada en la dedicación al trabajo y a la acumulación de riqueza como signo de predestinación divina, sentó las bases para el desarrollo del capitalismo. Esta mentalidad influyó en la forma en que las personas veían su trabajo y su éxito financiero.
En resumen, los datos históricos nos muestran que las ideas calvinistas tuvieron un impacto significativo en la formación del sistema económico actual. La reflexión sobre este tema nos permite comprender mejor cómo han evolucionado nuestras sociedades y economías a lo largo del tiempo.