
El siguiente escrito que como digo siempre no intenta ser un poema pretende regresar hacia una infancia muy humilde. Se ubica en un barrio quizá olvidado. En el corazón del mismo éramos felices corriendo detrás de una pelota. Por eso se los dejo para que lo observen y a lo mejor comprendan que con poco se puede ser feliz también.
El fútbol hermana, sociabiliza quita prejuicios e iguala. Algo que a veces parece como que desaparece ante la realidad que vive el mundo actual. Espero sea del agrado de todos. Confieso que está escrito desde el sentimiento.
Me crié jugando a la pelota
era uno de los pocos juegos posibles
que permite un rato «gambetear» a la miseria
que hermana
que alegra
y espera paciente pateando contra el paredón
que lleguen los pibes de a la vuelta…
Los ladrillos eran arcos, las camperas, las botellas,
así crecí viendo como se esfumaba mi ilusión por ser «Bochini»
quitando de mi cabeza parecerme un poco al «Diego»
o quizá a esos jugadores que trascendieron
Ahora me quedo en el barrio
para no viajar demasiado
en las arenas del tiempo
todos los baldíos se transformaban en posibles canchitas
entre las pichanas o en la calle se levantaban
en nuestro imaginario
los estadios mas hermosos
incluso superiores al de Wembley
para poner un ejemplo.
Zapatillas marca «Flecha», alpargatas o en patas
todos jugaban nadie jamás
fue tratado como menos.
Todavía espero el grito de mi vieja a tomar la leche
siento el olor a torta fritas
que viene desde la casa de enfrente
rápida la merienda que en muchos casos
será también la cena.
Otra vez al picado estábamos 3 a 0!
Se te caen los mocos
te los limpiás con la manga
o te los dejás sino te molestan
¡Pegó en el palo y entró!
la saqué de la línea!
empujones, voló la primer patada
alguna piña y dos o tres «castañazos».
Otra vez se juega
sin rencores
sin violencia
la pierna fuerte siempre.
La vida después nos robó esos momentos
se fagocitó impiadosa la esencia
aunque no se llevará lo vivido
mucho menos los recuerdos
Me crié jugando a la pelota
era uno de los pocos juegos posibles
que permite por un rato «gambetear» a la miseria
que hermana
que alegra
y espera paciente pateando contra el paredón
que lleguen los pibes de a la vuelta
Si vieras tu barrio como está ahora con más casas , te acordás de la Nueva Estrella que jugaban detrás de la escuela hay un montón de casas y otras por terminarse , se a crecido nuestro Buena Parada
MILTON… que gusto… muy bueno el escrito… heredaste algo del viejo… de ese gran tipo que fue.. y vive en el recuerdo… como un tio mas…pq era un gran amigo de mi familia… y un hermano para los Tanos…Saludos Amigo… y te lo robo para publicarlo.