Emile Durkheim fue un sociólogo, filósofo y pedagogo francés que utilizando herramientas de observación especificas estudia un fenómeno social importante como el suicidio comenzando a recopilar datos en la Europa del Siglo XIX lo que fue realmente una innovación.
En sus observaciones da cuenta que se trata de un fenómeno existente en todas las sociedades, las más avanzadas e incluso las más primitivas, este salta y rompe las estructuras morales de contención para los individuos. Aparece periódicamente en determinadas etapas como lo fueron la Primera y Segunda Guerra Mundial aquí las cifras bajan, evidentemente hay mucha mortandad, entonces se restringe el fenómeno. En determinados períodos cuando la población no está en peligro de padecer un flagelo como el sida o el covid y no hay mortandad la propulsión se da por otras causas como pueden ser las crisis económica o factores muy desestabilizadores a nivel político o religioso entonces emergen a través estas vías y toman la forma del suicidio.
El sociólogo francés constituye 3 tipos de suicido: como lo son el egoísta, el altruista y el anómico. En cada tipificación que hace el estado psicopático y emocional es un componente que esta ahí independientemente de factores extra sociales como pueden ser una perdida de unión con esos valores y con esa moral que rige nuestro pensamiento y nos distingue entre lo que es un comportamiento normal de un comportamiento patológico. Descubre además un dato referente al clima porque se dan muchos casos de suicidio en las épocas estivales cuando hace mucho calor ya que hay mas luz, hay mas vida afuera del hogar y mas interacción entre unos y otros. El clima y el calor alteran los estados de ánimo, los estados coléricos o depresivos.
SUICIDIO EGOISTA: desde la perspectiva sociológica se aprecia que se da en sociedades donde se subraya mucho el individualismo, donde se concentran las fuerzas y las energías en el yo, desde esta óptica la sociedad no está presente en los individuos y al no estar presente todas esas normas de control como la ética, la moral y la religión pierden fuerza. Es habitual que se den mayores casos de suicidio en personas que viven solas mientras que en sociedades donde las relaciones son estables y duraderas esa tasa es mínima. En aquellas sociedades donde existe una patología por su déficit de integración según Durkheim se generan corrientes sociales de desánimo y tristeza que propician que algunos de sus miembros desvinculados de relaciones significativas acaben por tomar esta decisión sobre sus vidas.
SUICIDIO ALTRUISTA: en este caso existe una patología por exceso de integración, los individuos están tan comprometidos con su grupo social de pertenencia que están dispuestos a suicidarse, en su nombre o por su causa, los kaminazes o quienes mueren perpetrando atentados terroristas serían ejemplos de este suicidio, la causa colectiva impele a sus miembros a tomar decisiones que acaban con su vida. Del mismo modo también sectas y algunos cultos exotéricos presentan esta patología social por exceso de integración.
SUICIDIO ANOMICO: se da cuando se produce en sociedades donde hay un régimen patológico de regulación, la anomia o la ausencia de normas o regulaciones tiene efecto en los individuos que viven en estas estructuras sociales. Son situaciones patológicas de anomia por ejemplo los periodos de guerra, donde la normas que regulaban la sociedad quedan en suspenso y todo se vuelve «patas arriba». También los momentos de profunda crisis económica que impiden seguir con la vida tal como es son ejemplos de anomia profunda. Asimismo cuando se producen cambios inesperados en las que las normas vigentes hasta ayer dejan de guiar la vida aparece esa corriente de tristeza y desazón que favorece el suicidio.
Por Milton Albariño
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