Mente orillera

El agua viene como mansa aunque no todas las veces. Besa la orilla y sigue su tránsito, llevando vida, nutriendo los campos, permitiendo soñar tal vez con el progreso.

Por años al servicio de la generación de recursos. Historias de esperanza. Tardes de angustia. Bajo tus árboles se hicieron promesas que jamás se cumplieron. Dicen que embalsar el agua es bueno. Ahora córtarle las alas a un ave es impedir su vuelo. Que garantes creíbles podrán darle al cauce lo necesario o pretenderán a futuro crear un desierto. Es una pregunta que debemos hacernos quienes tenemos los pensamientos orilleros. Se habla de regatas y se viste de fiesta siempre para nuestros comprovincianos un cosmético Río Negro. Pero señores nosotros también tenemos río, que otrora fue rojo, arcilloso, pero no por eso menos importante que el vuestro. Aquí en las orillas no nos quedamos quietos el Colorado debe vivir no solo en los recuerdos. Debe mantener su caudal mal que a muchos les pese. Que vengan aquellos que pretenden acuicultura a sembrarlo con nuevas especies. Que se dignen los gobernantes desde el más votado hasta el concejal más obtuso a darle la importancia necesaria. Es buen momento para defender lo nuestro. Nadie se opone al progreso, pero si al sacrilegio. Sumo mi voz y mis textos si es que sirven a la conservación. A la lucha.  A las asambleas por venir, a los petitorios y a los reclamos que hacen aquellos que nacieron a la vera. Sentirse con alma de rio es sentirse vivo, es pretender dejar un mensaje a las generaciones venideras. Que no se discutan los destinos de los recursos naturales entre gallos y medianoche. Que quiten de sus ideas los favores políticos los presidentes. Sera difícil. Pero no imposible. Que se escuche el grito. Que frenen sus ideas iluminadas aquellos que proyectan y definen sin generar consensos. Parafraseo a Antonio Gramcsi : “odio a los indiferentes, creo que vivir es tomar partido” y es firme mi pensamiento. Las comunidades de pie deben a defender el agua, la vida, los ríos, los arroyos, las vertientes. Río Colorado una historia de navegación, una tarde de pesca, un partido de fútbol en tus orillas con arena, memorias de canoas, de cámaras emparchadas. Atrevidos mocosos intentando el cruce o el salto desde el puente. Rio Colorado límite provincial. Me sumo a tu abrazo y en tu homenaje me parece verte caudaloso, misterioso e incierto, llevando hacia el mar las vivencias de los pueblos ribereños.

1 comentario en «Mente orillera»

  1. Una pérdida muy triste,yo tube la suerte de verlo jugar,un crak con la redonda.muchas veces me tocó marcarlo ,no había forma de sacarle el balón..un abrazo a toda su familia..Omar Alarcón..pinino

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