Mañana peregrina

Recorre el camino. Peregrinación. Ahí van quienes caminan. 17 kilómetros hasta la capilla. La ruta se hace extensa por momentos. Van de a dos o tres. Quizás solos. Fría la mañana. Paisaje de chacras. Valle conesino. Rionegrino. Los rostros de los que sufren. Aquellos que marchan como pueden hacia el objetivo. Mas kilómetros. Ambulancias. Bicicletas. Tal vez emulando a Zatti.  Pareciera que acompaña el recorrido. Zapatillas. Marcas diversas. Trajes adaptados. Deportivos. Otros como si nada. Pero todos por la misma vía. Despacio aquellos que van en vehículos. Trasladan a quienes no caminan. Procesión. Reflexión. Botellas de agua. Ya se ve a lo lejos la cúpula. Edificación religiosa.  Donde aguarda la Virgen Misionera. Autos a la vera de la ruta. La bienvenida. Agua bendita. Sensación de haber llegado. Responden las piernas. Pero aún falta la cuesta. Empinada. Como a veces la vida. Los sueños. Las enfermedades. La desidia. El olvido. Ahí están dentro de ella. Dos filas. Silencio. Rezos. Agradecimientos. Lágrimas. Quien sabe que penas. Que alegrías o que perdidas. El viento baila con una suerte de danza dentro y fuera del campanario. Cuesta abajo. Ahora la misa. El mensaje del obispo. A su lado los párrocos. Monaguillos. Canticos, guitarra y bombo. Enfrente la gente. Los fieles. Los creyentes. De todas partes han venido. Encuentro Nro. 43. “La paz sea con vosotros”. Dios presente. Se retiran despacio después del «podeis iros en paz» después de comulgar. Después de orar. Una radiografía necesaria para estos días. Para curar el alma. Para creer en algo superior. Para sentir que es necesaria  una iglesia que no sea vertical. Donde el párroco sea un integrante más.  No una suerte de “mandamás”. El regreso es con alegría. Como llegamos llegaron. Nos abrazamos con viejos conocidos. Aquellos que se han capitalizado en bienes están llorando sus perdidas. Aquellos que no tienen nada también ahí sufriendo como el que más tiene. Un día para repensar ideas, para meditar, instrospección, mientras los males aquejan, mientras las pestes eliminan, mientras los gobiernos engañan con mentiras, no pueden contra la fe del pueblo que sigue más firme y más presente…

 

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