
En algunos temas abordados es necesario dejar de lado los tecnicismos porque sin lugar a dudas son los que impiden al lector desandar los caminos de la lectura y la profundización de los textos. No estoy diciendo con esto que no se deben analizar en profundidad los trabajos y hacer una lectura correcta lo que me parece es que para algunas situaciones es mejor utilizar la capacidad de síntesis y un lenguaje quizá más coloquial.
Dicho esto, intentaré ingresar por los caminos de una de las obras de Max Weber llamada “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” veremos hasta donde nos lleva el camino utilizando como herramienta el análisis de Oscar Saavedra Dahm que sirve de guía para hacer este procedimiento que en principio no parece sencillo.
Weber se expresa sobre el interés de la ciencia social que parte sin dudas de la vida social que nos circunda naturalmente de índole menos individual devenida a partir de otras condiciones sociales que a su vez se presentan como individuales. Vale decir que la finalidad del conocimiento científico de la realidad es su significación cultural y conexión causal. Entonces cuando se habla de realidad la referencia está dirigida a un aspecto sociocultural históricamente significativo y no a generalidades. Bien ahí vamos sé que a veces desandar estos textos no es sencillo pero los animo a que lo hagan conmigo. Weber también se refiere a la “causalidad” y es aquí cuando rechaza las expresiones mono causales del marxismo poniendo en dudas la utilidad de las leyes que nos proporcionan explicaciones causales generales entonces en la obra mencionada demuestra como en la consolidación del capitalismo la causa fundamental no se encuentra en la raíz de las relaciones de producción de una determinada sociedad sino en un fenómeno de carácter político teológico como lo fue la reforma iniciada por Lutero en el Siglo XVI en la Iglesia Católica. El autor entiende que siempre existió comercio entre individuos y quienes ganan más que otros, subrayando las ambiciones del hombre, remarcando la lucha entre deudores y acreedores, entre latifundistas y desposeídos expresando que: “hay en Occidente una forma de capitalismo que no se conoce en ninguna otra parte de la tierra: la organización racional capitalista del trabajo formalmente libre”. Describe entonces distintos aspectos del capitalismo industrial señalando:
La matematizacion progresiva de toda experiencia y conocimiento para entender desde sus éxitos en las ciencias sociales y luego en el modo de vida.
Existencia en la necesidad del experimento racional y la comprobación racional en la organización de la ciencia y la vida.
La consolidacion de funcionarios especialmente adiestrados para un control abosulto de nuesta existencia.
Muy bien señores hasta acá esta somera intro a uno de los trabajos más destacados de Max Weber espero que hayan entendido la mirada de este sociólogo nacido en Erfurt, Turingia el 21 de mayo de 1864 y que vivió en Múnich hasta el año 1920. Como dice el dicho popular, la historia continuará.