El delegado

Una esquina cualquiera. Un hombre con una capucha en su cabeza, me saluda y me dice «señor ud es el dueño de este negocio?» Contesto no señor. Soy aquel empleado que usted alguna vez cuando era delegado de una empresa hizo los mejores esfuerzos para que sea despedido. El hombre cambio su mirada y dijo: no me acuerdo de vos.! Conteste. Soy Juan, Pedro o Diego no importa. Lo que importa es la acción o por lo menos sus acciones en aquel momento. La respuesta del hombre aun sorprendido fue : «yo no te hice hechar, pero si te hice algún daño te pido perdón» . Sonreí y le dije. No estoy enojado. No te guardo rencor. Lo miré. Me dijo que había tenido problemas con el alcohol, que aún los sigue teniendo y de la empresa lo despidieron finalmente. Son 7 las hernias de disco que lo aquejan. Entonces sin ningún tipo de resentimiento estreche su mano y le dije al despedirme. Espero que en tu vida las cosas estén mejor. Seguí caminando. De aquella figura de ese delegado omnipotente, ese que decía «Buen dia acá llegó el picante» o «Compañeros vamos al paro» ya no quedaba absolutamente nada.

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