En el inicio de este escrito quiero detenerme e invitar a todos los lectores a intentar hacer el ejercicio de pensar por unos minutos en esta frase tan sostenida por estos días como lo es la sensación de libertad.
Carl Marx uno de los padres de la sociología se refiere a ella desde una relación lograda con el otro: “solamente dentro de una comunidad con otros todo individuo tiene los medios necesarios para desarrollar sus dotes en todos los sentidos; solamente dentro de la comunidad es posible”. Entonces ser libre no es otra cosa que realizarse mutuamente, siendo un sinónimo de libertad lograda. Para no bucear con poco oxígeno en su gran obra y haciendo una somera síntesis destaca que sucede con el hombre en cuanto a su trabajo diario: “ya no trabajamos para nuestras necesidades sino para el capital el que representa una nueva forma de subjetivación.
La celebración de la red digital fue entendida como un medio de libertad ilimitada, uno de los primeros eslogan de la compañía Microsoft refería “Que deseas hacer en el día de hoy?” desde la mirada de Byung Chul Han esta euforia inicial se muestra al publico en general como una ilusión tal es así que la libertad y la comunicación ilimitada se convierten en control y vigilancias totales. La humanidad apenas pudo lograr liberarse del panóptico disciplinario aparece ahora otro mas eficiente. A los reclusos del periodo decimonónico se los aislaba con fines disciplinarios mientras que no se les permitia hablar entre ellos. Para Han los residentes del panóptico digital se comunican intensamente y desnudan su propia voluntad mientras que la entrega de datos no sucede por coaccion sino por una necesidad interna destacándose así la eficacia de este nuevo panóptico. Mientras que se convierte en usa suerte de vigilancia sin vigilancia.
Con la llegada del Big Data se anuncia el fin de la persona y la voluntad libre. Mas adelante en los pasajes de la obra el autor destaca “El smarphone es un objeto digital de devoción, incluso un objeto de devoción de lo digital en general” haciendo una comparación con lo religioso este funciona como un rosario que sirve para examinarse y controlarse a si mismo, es entonces cuando la dominación aumenta su eficacia al delegar a cada uno la vigilancia.
El filosofo surcoreano destaca que el Me Gusta es un amén digital de esa manera cuando hacemos clic en este botón nos estamos sometiendo a un entramado de dominación mientras que subraya “el smarphone no es solo un eficiente aparato de vigilancia, sino tambien un confesionario móvil, Facebook es la iglesia, la sinagoga global (literalmente, la congregación) de lo digital.»
Una mirada más que interesante para entender lo que sucede por estos tiempos. Esa suerte de obsesión que tenemos los seres humanos por querer adquirir los aparatos mas sofisticados que ni siquiera podemos llegar a entender o a utilizar en su total capacidad. Luego esa intención diaria por querer estar, querer ser parte, contar lo que nos pasa en todo momento en las redes sociales, convertida en necesidad aunque digamos que no. Acaso una suerte de súbditos voluntarios convertidos en vigilantes-vigilados.
exelente reflexion Milton¡¡¡ y como toda critica debe terminar en ‘LUZ’……digamos que la tecnologia no es ni mala ni buena….solo debemos ‘VER’que hacemos con ella.
Que decirte Milton. Coincido con Didi. Gracias por mostrar lo que escribis. No hay desperdicio en nada!
Abrazo!