Sus raíces están en Picún Leufú cabecera del departamento homónimo de la provincia de Neuquen. Siempre representa con orgullo el lugar que lo vio nacer, pero sobre todas las cosas destaca que ahí está su familia, su gente.
Juega al pádel y lo hace bien demostrando en cada torneo su destreza y capacidad. Tuvo un 2019 positivo acompañado del cordobés Lucas Cisterna, ambos participaron de torneos importantes y pudieron cerrar el ciclo de competencias en la ciudad de Esquel.
Más allá de los triunfos y de los premios Alfaro conserva la humildad de siempre, lo hemos visto prenderse en partidos con gente quizá de categorías muy inferiores a la suya divirtiéndose y alentando a su ocasional compañero. Amigo de la costa atlántica como así de muchos lugares de la provincia de Río Negro donde ha paseado con su juego.
Agradece la nota y los minutos que le concede el espacio “que buen momento para charlar un poco en estas fechas tan importantes para todos, siempre pienso en las amistades y los buenos amigos que me ha dejado este deporte que el pádel” cuenta que este 2019 le ha dado muchas alegrías pude encontrar un compañero como Lucas que es de Córdoba, pero vive en Cutral Co y decidimos jugar juntos todo el año”
Ganaron la mayoría de los torneos en los que participaron siempre hablando de 1ra Patagónica pero también estuvieron presenten en los AJPT para poder elevar su puntaje y nivel “para el año que viene tenemos en mente poder escalar lo más alto posible” comenta.
El pádel es un deporte que permite la sociabilización, los partidos que se juegan y los puntajes si bien interesan y son importantes lo que deja esta disciplina es la posibilidad de compartir momentos. Al finalizar los sets más allá de los resultados se comparten cuestiones que tienen que ver con la vida misma en esta parte subraya “siempre quiero ganar pero lo más importante es lo que nos llevamos dentro, como son los nuevos amigos y el afecto de cada localidad adonde jugamos, siempre nos atienden muy bien y nos brindan todo” y esta es la valorización que hace un jugador de tantos que recorren los distintos torneos a la gente que los acompaña “si estoy viajando y me pasa algo en la ruta busco los contactos que tengo de ese lugar y sé que en minutos tendré a mis amigos dándome una mano en lo que necesite”
Cuando se habla de pádel parece que la referencia se hace a un circulo pequeño y la realidad indica otra cosa, cada vez más gente lo practica y las edades son muy variadas por eso apuntalar el trabajo desde las disciplinas formativas permitirá que el mismo continúe su crecimiento y se fortalezca, Alfaro tiene una mirada sobre esto que comparte con el medio “ actualmente vivo en Villa Regina y estamos trabajando con un profesor de forma muy seria con los niños, es necesario hacerlo para que el volumen aumente que más gente se sume a este hermoso deporte”
“Dentro de la cancha nos queremos matar, pero todo queda ahí”
En los diferentes torneos que se disputan es normal que las parejas se cambien o no pero generalmente el énfasis que se pone en cada jugada, la velocidad con que se disputan los partidos llevan a veces a elevar los ánimos pero al finalizar los encuentros todo termina ahí “a mi me ha tocado jugar con Mati Bogado, Pato Jelen o el mismo Chelo Barria, Maxi Severini y también me ha tocado enfrentarlos, son enormes jugadores y de ellos aprendo mucho cada vez que tengo la posibilidad de enfrentarlos, jugamos y nos queremos matar dentro de la cancha pero todo queda ahí, luego de que terminan los partidos compartimos muy lindos momentos entre todos» destaca.
Mi familia…
La familia de Bruno Alfaro sigue sus distintas intervenciones en los certámenes desde la provincia del Neuquén un sostén fundamental para que un jugador pueda avanzar “ellos son los pilares fundamentales nosotros pasamos por momentos difíciles a veces y ellos están ahí, mi gente ahí en Picún y la familia de mi novia que es de Jacobacci, les quiero agradecer por estar siempre”
Bruno Alfaro, jugador de padel una persona que juega y se divierte, que se prepara siempre y que los aplausos y las fotos no le nublan la mirada, el mismo cuando gana o pierde, capaz de llegar a un complejo y prenderse en un partido y con el que le toque de «compa» con cero inconvenientes para pasar un rato agradable e integrarse alejado de cualquier tipo de egoísmo…