El senador Miguel Pichetto y el gobernador Alberto Weretilneck cruzaron contundentes apoyos a sus candidaturas nacionales, durante un acto político realizado en Viedma en ocasión de la presencia del precandidato a la vicepresidencia por Juntos por el Cambio.
Con funcionarios y dirigentes propios, el mandatario ofrendó un escenario importante a Pichetto y lo calificó de “amigo”, abandonó las “hipocresías” para recordar el camino conjunto y anunciar su “apoyo personal” a su candidatura. Habló del “orgullo” porque un rionegrino acceda a la vicepresidencia, pues no duda que será elegido.
Insistió en un “partido muy ancho” de “pensamientos” para machacar con que su acompañamiento era individual, aunque, a su lado, estaba el vicegobernador Pedro Pesatti y, a pocos metros, el gabinete pleno.
Pichetto fue igual de categórico en su respaldo a Weretilneck. Se hizo cargo de la estrategia del retiro de los candidatos de Cambiemos-Junto por el Cambio al Senado, con un agradecimiento como consuelo al radicalismo. Arengó más en favor del gobernador cuando planteó un triunfo con su acceso a la banca “por mayoría”. Pronosticó que hay “por delante un gran desafío” y un “espacio importante en defensa” de Río Negro, como “venimos haciendo. Junto a Alberto –recalcó– en el Senado, seremos imparables”.
Ambos admitieron vínculos de afectos pero también en los consensos. Pichetto valoró ese estilo de Weretilneck cuando el país necesita un “diálogo inteligente”, con “cada uno parado desde el lugar que defiende”, pero hay que “encontrar consensos para las grandes reformas”. El gobernador dijo que la provincia no puede desarrollarse “desde el aislamiento, el agravio, el insulto o los dogmatismos”.
La cabecera del acto, realizado en Los Aromos, se completó con el ministro Rogelio Frigerio y Pesatti, con marcada incomodidad por las confesas lealtades que contradicen sus permanentes críticas a la administración de Mauricio Macri.
Atento en primera fila, entre los ministros, Luis Di Giácomo, cabeza de la lista a la Cámara Baja de JSRN, y parado al costado Sergio Wisky, que busca su reelección por el macrismo. Asoma una pugna, todavía velada.
El auditorio fue heterogéneo, desde los históricos macristas hasta los recién llegados peronistas de Pichetto, pasando por la incursión de los funcionarios y la dirigencia de Juntos Somos Río Negro.
Era un cónclave político donde deambulaban candidatos de uno y otro, ambos desconcertados por los partícipes. Parecían recién advertidos de un cuadro de militancia conjunta, con activa participación por otras disputas electorales. Reales, sólo por momentos.
En realidad, el cuadro de ayer fue realmente fuerte. Weretilneck concedió un gran sostén a Pichetto.
Existió un capítulo previo. El senador lo ubicó en la Cámara Alta al correr su lista.
Diario Río Negro