Un ejercicio. Que puede tener errores. Pero de los errores se aprende. Iniciativa sintáctica. Sin táctica. Lisa y llana. Casi atrevida. Un tanto insolente. Tal vez mirada de costado. Socialmente. Una suerte de escribiente. Dicen que frente al teclado aparecen los justicieros. Cuale son sus características. Si es que las tienen. Porque. Por redactar como se puede. Pensando tal vez. Con algún aire literario. Expresandose desde el sentido mas común de los existentes. Tambien se puede dejar desandar proverbios insultantes. Hirientes. Alejados de todo tipo de respeto. Sucede. El que intenta dar vida a un texto no siempre puede. Y que dirá en el alma del mismo. Que intentará transmitir. Podrá hacerlo quizá. Será otro intento. Un sencillo borrador. Entonces vendrá el momento de desecharlo. Como en la vida. Pasa a veces con las ideas y las iniciativas. El saber dice Foucault es el único espacio de libertad del ser. Comprendo. Ahora un poco más. Pienso. El resultado no es el esperado. Que es lo que está diciendo. En definitiva, es sencillo. No somos libres ni lo seremos. Por las cadenas. Capitalistas. Economistas. Materialistas. Prediseñadas. Gobernadas. Partidarias. Así vamos viviendo y muriendo. Mejor o peor. Pero a quien le importa. A los más cercanos. Puede ser. A los que miran desde el panóptico no creo. Es tiempo de entender. No existe otro camino. Y digo como finalizando el texto. Hasta el último minuto se puede. Repensar. Diseñar y aunque suene como trillado mejorar. Un ejercicio. Que puede tener errores. Pero de los errores se aprende…