«Goles son amores» frase traída desde antaño desde la popularidad futbolera, sin goles no hay gloria ni triunfo y mucho menos alegría…
Es lo que espera la gente…es lo que espera la parcialidad argentina
Islandia hizo el planteo que debe hacer cualquier equipo que enfrente tenga al combinado nacional facilmente lo resolvió: 11 dentro del arco, cobarde táctica desde nuestra óptica y mezquina… y así como sin pena ni gloria pasó el debut de la albiceleste en el Mundial de Rusia 2018.
No nos conformamos con un empate… jamás lo haremos…
Somos así y si el resultado no es en favor nuestro mucho menos, la naturaleza y la historia de nuestro fútbol nos obligan irremediablemente a ir “a por todas” dicen los gallegos y es así, no nos satisface la situación de paridad…»empardar» éste debut nos pone en situación de repensar y no nos alegra en absoluto.
“Hay que ganarle a todos” “Messi pecho frío” “Caballero no sirve” “Biglia es horrible” y demás frases que se han repetido a lo largo de éste día demasiadas casi y con una tremenda carga de esa energía que no suma que se puede entender pero que no ensancha la brecha sino que más bien la achica.
El recorrido no será sencillo, quién sabe a lo mejor es necesario comenzar a entender que en el fútbol no somos mejores que nadie porque bien sabido es que el hecho de contar con figuras no nos garantiza el triunfo…
De todos modos es un inicio y el camino se puede hacer al andar…
Siempre o casi siempre…