Alberto Beacon, el eterno presidente de la
Liga Rionegrina de Fútbol, anunció que el año que viene, en el centenario de la institución, se
«tirará la casa por la ventana». La noticia generó diversas reacciones en el ambiente futbolístico de la región.
La Liga Rionegrina, que agrupa a clubes de Viedma, San Antonio Oeste y la Región Sur ha sido objeto de críticas en los últimos años por su falta de apoyo a los clubes más pequeños. Si bien es cierto que la situación económica no es fácil para nadie, muchos dirigentes y jugadores del interior sienten que sus necesidades son ignoradas por la Liga.
Festejos y clubes empobrecidos
En este contexto, el anuncio de Beacon sobre los festejos del centenario generó preocupación en los clubes del interior. Es importante recordar que la Liga Rionegrina tiene una responsabilidad social con todos sus clubes afiliados, y que su rol no se limita a organizar torneos y recaudar dinero. La Liga debe ser un motor de desarrollo para el fútbol en toda la región, brindando apoyo económico y logístico a los clubes que más lo necesitan.
Clubes dependientes
Además, es importante señalar que algunos clubes de la región, como los de San Antonio Oeste y la Región Sur, no tienen la independencia que necesitan para desarrollarse plenamente. Esto se debe, en parte, a la falta de dirigentes comprometidos y a la inacción de los propios clubes, que no han sabido defender sus intereses como tampoco trabajar en consolidar una liga que les permita crecer siendo interpretes de sus propios destinos y desiciones.
De lo contrario, la celebración podría convertirse en una oportunidad perdida para fortalecer el fútbol en toda la región, y profundizar aún más la brecha entre los clubes de la capital y el interior.