Los cinco candidatos presidenciales se medirán entre sí y expondrán sus ideas frente a los ojos de millones de televidentes, este domingo, en el primer segmento del debate presidencial, en la Universidad de Santiago del Estero. Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad) se juegan mucho en el encuentro así que prepararon cuidadosamente, en sus respectivos comandos electorales, cómo se dirigirán al público, qué ideas resaltarán, y de qué manera se cruzarán.
También habrá una sección de preguntas cruzadas, donde tendrán 15 segundos para formular el interrogante y 45 para dar una respuesta. Y, en el último bloque, cada participante tendrá 1 minuto libre para el cierre del debate. A continuación, los detalles de sus planes y perspectivas de cara al gran encuentro político del año, que tendrá su segunda parte una semana después, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Javier Milei
En el espacio de Javier Milei pasaron semanas debatiendo internamente si convenía que el líder asistiera al debate presidencial. La intuición les indicaba que, como candidato más votado, era el que tenía más para perder en la contienda dialéctica contra sus rivales. Pero la obligatoriedad del encuentro y la confianza en su experiencia en oratoria dio por tierra con los pruritos e inclinó la balanza a favor de que participe. Y el domingo, el líder de La Libertad Avanza (LLA) será el primero en ingresar al salón de la Universidad de Santiago del Estero.
Comprometido con el debate, el líder había designado a su hermana, Karina, para formar parte de las negociaciones en la Cámara Nacional Electoral (CNE), donde los representantes de todos los frentes electorales que se enfrentarán en las urnas el 22 de octubre dispusieron las reglas del encuentro. Y ella, a su vez, sumó al especialista en opinión pública Santiago Caputo, amigo de Milei.
En La Libertad Avanza corre cierto nerviosismo por el resultado del debate, donde habrá cruces con Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Cuentan como positivo que en esta primera instancia -la segunda será el domingo siguiente, en la Facultad de Derecho- uno de los tres temas sea la economía, el fuerte de su candidato, que además estará encargado de abrir ese apartado.
Pero los otros dos, Educación y Derechos Humanos/Convivencia democrática podrían representar un desafío para el libertario. Sus propuestas sobre vouchers y privatización de las instituciones educativas, así como la postura sobre la violencia en los 70, defendida especialmente por Villarruel, se encuentran entre las más polémicas de su programa.
Patricia Bullrich
La candidata de Juntos por el Cambio liberó ese viernes su agenda de campaña para dedicarse al último día de simulacros del debate presidencial. Por eso volverá al estudio de TV que alquilaron en Belgrano junto con sus principales colaboradores, varios de los cuales hicieron de sparrings en los ensayos anteriores. Esta vez, confían en que José Luis Espert se luzca haciendo el papel de Javier Milei para que Patricia Bullrich pueda practicar las preguntas y las réplicas de este domingo, aunque confían en la habilidad de Hernán Lombardi para simular al candidato oficialista, Sergio Massa.
Bullrich sabe que Milei y Massa procurarán atacarla en los temas económicos, que no es su fuerte, pero en los simulacros tuvo el aporte de un experto como Carlos Melconian. Aun así, apuntará a dar respuestas políticas y no técnicas. Otro punto para el que se preparará es cómo contestar las críticas a su pasado de militante en los años 70. Milei ya la trató de “montonera”, aunque no lo fue.
El equipo bullrichista analizó detalladamente las declaraciones y las propuestas de sus principales adversarios, con la clara idea de encontrar contradicciones y flancos débiles. Por eso está confiada en que podrá acorralar tanto a Milei como a Massa, los dos candidatos en quienes se concentraron los simulacros y con los que disputará el ingreso al balotaje. Aun así, Bullrich también se preparó para confrontar sus posiciones con Juan Schiaretti y con Myriam Bregman (cuyo rol lo asumió Laura Alonso). Sus allegados deslizaron que Bullrich tiene preparadas varias “sorpresas” para el debate.
Lo que no sorprenderá es que la candidata de JxC será contundente en cuestionar a Massa como parte del kirchnerismo, apuntando a dejar en evidencia los problemas en el manejo de la economía, mientras que en el caso de Milei pondrá el acento en su “pacto” con el peronismo y con Luis Barrionuevo, que lo emparientan con “la casta”, además de la falta de equipos sólidos.
Sergio Massa
En Unión por la Patria (UP) hace tiempo que creen que los debates presidenciales antes de la elección del domingo 22 de octubre serán muy importantes para la campaña electoral. Aunque las discusiones y los temas se fragmentan en unos pocos segundos, el contenido concreto de las frases y el simbolismo de los silencios y las expresiones suelen convertirse en mensajes potentes para el electorado.
En el oficialismo tienen en claro que lo que suceda este domingo por la noche en Santiago del Estero tendrá una repercusión importante en medios de comunicación y redes sociales para Sergio Massa. Sus palabras y sus señas aparecerán comprimidas en distintos formatos que se viralizarán rápidamente. No se trata solo de una trasmisión televisiva, sino también de la expansión del contenido electoral en distintos formatos de comunicación.
Para este primer debate, Massa se preparó pensando, muy especialmente, en polarizar con Javier Milei. Para el peronismo, el candidato libertario es el dirigente a vencer. Estiman que entrarán en el balotaje con él y que la discusión de la política que se trasladará a las urnas es entre el cambio sin rumbo claro que expresan los libertarios o la continuidad con modificaciones del oficialismo luego de tres años complejos.
“Inestabilidad o certezas”, expresó un funcionario nacional en las últimas horas. Lo cierto es que Massa se prepara para confrontar con Milei más que con Bullrich, aunque la intención es mostrar que él puede ser un presidente con firmeza y capacidad de diálogo, mientras los dos opositores solo pueden ofrecer firmeza. Sin negociación ni búsqueda de acuerdos. Dos formas de hacer política bien diferentes.
El ministro de Economía seguirá la línea que tuvo su campaña en esta segunda parte. En el búnker de UP ponen el eje en cinco temas. La portación legal de armas, la posibilidad de comerciar órganos humanos, el cierre de los mercados con Brasil, China y Rusia, el sistema de vouchers para escuelas y la dolarización. Para el oficialismo son todas propuestas inviables. El gran desafío es desacreditar al libertario exponiendo cómo se plasmarían esas ideas en el día a día de una gestión de gobierno.
Juan Schiaretti
Juan Schiaretti tiene decidido sacar provecho de su condición de “no favorito” para las elecciones y tratar de que su alianza electoral, Hacemos por Nuestro País, se destaque en los debates presidenciales con un discurso que hará eje en el consenso, marcando el federalismo como un emblema y ratificando la posición de la necesidad de un peronismo no kirchnerista.
Va a mostrar el “modelo Córdoba”, uno de los aspectos centrales de lo que quiere transmitir en la confrontación de propuestas con sus adversarios, siempre haciéndose fuerte en los “éxitos” de la gestión provincial, que fue avalada nuevamente con el voto de los cordobeses y ahora pretende exportar como un diferencial ante el electorado nacional ante medidas como las que amaga con instrumentar Javier Milei y que, como resaltó Schiaretti, “no se aplican en ningún país”.
Con el final de “la grieta” como telón de fondo para superar la crisis de la Argentina, una propuesta en la que hará énfasis es la baja de las retenciones. Sabe que en el campo tiene muchos aliados. Y, en ese sentido, tratará de “alambrar” las provincias en donde le fue bien en cantidad de votos.
Schiaretti armó su nueva estrategia electoral definiendo qué es el voto útil desde la perspectiva del peronismo federal. Y, en ese sentido, quiere dejar en claro que su candidatura apunta a abrirle el camino al peronismo del interior hacia todo el país, pero siempre con una conclusión a la que llegaron en Hacemos por Nuestro País: “Estamos presenciando el final del kirchnerismo”.
Esa mirada es la que predominará en los debates, más allá de quién gane finalmente las elecciones. Schiaretti apunta a sostener la candidatura para abrir el juego a nuevos líderes del interior.
Myriam Bregman
La candidata a presidente Myriam Bregman se mostrará como una opción distinta a las otras cuatro, Sergio Massa, Javier Milei, Patricia Bullrich y Juan Schiaretti. Intentará mostrarse tal como es: espontánea, combativa, preparada, no “coucheada” y con un plan de gobierno.
Una de sus propuestas ejes será demoler el acuerdo del gobierno de Alberto Fernández, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Recordará que el candidato de Unión por la Patria fue quien negoció “la deuda ilegítima” en Washington y el ajuste que ello implica. Apuntará a la clase trabajadora, a la juventud, a los jubilados, a los más vulnerables, y a las mujeres.
Está convencida que Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad puede ampliar su base de votantes. Apuntará a seducir a los que en la interna de Unión por la Patria votaron por el dirigente social y abogado Juan Grabois, de quienes no fueron sufragar y de quienes lo hicieron por otros espacios políticos que no superaron el corte del 1,5% de los votos.
Bregman no está nerviosa. Ya pasó por experiencias similares, aunque no por el mismo cargo, y salió airosa. La última fue en las elecciones legislativas de 2021 en TN. En la contienda verbal mantuvo memorables cruces con el libertario. “Le pido a Milei que deje de agredir. Es un catador de falacias”, disparó y le recordó: “Habla de casta, pero fue asesor del genocida (Antonio) Bussi”.
La abogada en juicios de lesa humanidad prepara los detalles de su exposición con su estrecho círculo de confianza. La situación de los derechos de las mujeres: su propuesta de reducir la jornada laboral; la “ilegítima” deuda tomada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Inflación, pobreza, precarización laboral, corrupción, seguridad y ajuste en los programas sociales serán algunos de sus ejes. “Ni cómplices ni sometidos” es el slogan de campaña de la dirigente de izquierda nacida en Timote, y que comparte formula presidencial con Nicolás del Caño.