El Voto del Desencanto y la Paradoja de la Exclusión: El Fenómeno LLA en las Elecciones Argentinas

El surgimiento y la consolidación electoral del fenómeno La Libertad Avanza (LLA) en Argentina, particularmente en el ciclo electoral que culmina en la presidencial, plantea un profundo interrogante sociológico : ¿Por qué sectores que son o están en riesgo de ser excluidos del sistema votan a una fuerza política cuyas propuestas económicas y laborales, como la flexibilización o la extensión de la jornada laboral, parecen ir directamente en contra de sus derechos adquiridos y de su propia protección social?

La respuesta sociológica trasciende la racionalidad económica individual y se enmarca en un contexto de profunda crisis de representación, desencanto institucional y anomia social .

Crisis de Representación y el «Voto Bronca»

La principal clave para entender este fenómeno es la ruptura del vínculo de representación entre la ciudadanía, especialmente los sectores populares y la juventud, y las fuerzas políticas tradicionales. Décadas de crisis económica recurrente, alta inflación y persistente pobreza han generado una percepción generalizada de que la «clase política» (la «Casta» en la retórica de LLA) es ineficaz, corrupta e incapaz de resolver los problemas.

El voto a LLA, en muchos casos, no es una adhesión ideológica consciente, sino un poderoso «voto bronca» o «voto castigo» dirigido a los partidos tradicionales. Quienes se sienten excluidos o estancados, ven en LLA la única herramienta disponible para destruir un statu quo que perciben como el responsable de su precarización.

La Perspectiva Žižekiana: El Acto Puro de Ruptura

Para el filósofo esloveno Slavoj Žižek , la victoria de movimientos como LLA se inscribe en un escenario de «post-política» , donde los partidos tradicionales (tanto de «izquierda» como de «derecha») ofrecen solo variaciones técnicas dentro del mismo consenso neoliberal, enmascarando la ausencia de una alternativa ideológica real.

Según esta óptica, el voto por una opción radicalmente disruptiva, aunque irracional o potencialmente autodestructiva, constituye un «acto puro» o «gesto» de rechazo.

  • El Gesto de la Destrucción: Žižek argumentaría que los votantes no eligen a LLA a pesar de sus propuestas destructivas (como el aumento de la jornada laboral o la flexibilización), sino precisamente por ellas . Es un deseo de «romper el juego» entero, de explotar el sistema, porque el sistema ya ha fallado en proveerles los derechos que formalmente prometía.
  • La Furia contra la Ideología: El establishment político ha operado bajo una ideología que promete protección social (derechos adquiridos) pero produce exclusión y pobreza. Žižek sugiere que el votante elige la «apocalipsis» propuesta por el outsider para borrar el pizarrón de la «falsa» elección política, con la esperanza de que solo a partir de esa tabula rasa pueda emerger un nuevo campo para una verdadera intervención política emancipadora. Es una manifestación de la furia populista que prefiere el riesgo total a la continuación de una miseria regulada y gestionada por la «Casta».

La paradoja aquí no es solo votar por la exclusión, sino que la destrucción de los derechos formales es vista como el único camino para exponer la irrealidad de esos derechos para quienes ya viven en la informalidad o la precariedad.

La Paradoja de la Exclusión: Racionalidad del Desencanto

La aparente irracionalidad de votar por la flexibilización laboral y la extensión de la jornada se explica, además, por la realidad de la precariedad:

  • Diferencia de Derechos Adquiridos: Para una gran parte del electorado, especialmente los jóvenes y quienes están en la informalidad laboral , la promesa de dar de baja los «derechos adquiridos a través de las luchas del proletariado» es abstracta . Ellos ya operan en un mercado laboral precario donde la jornada de 12 horas o la ausencia de beneficios ya es su realidad cotidiana. El sistema formal, que supuestamente los protege, no los incluye.
  • Individualización y consumo: La crisis de las narrativas colectivas (sindicatos, partidos de masas) ha dado paso a la centralidad del individuo y el mercado . La narrativa de esfuerzo individual y la promesa de que el liberalismo generará prosperidad calan en un contexto donde el Estado, percibido como ineficiente y burocrático, es visto como el obstáculo para el progreso personal.

El análisis sociológico concluye que el voto a LLA por parte de los sectores excluidos es menos una adhesión ideológica a la ultraderecha y más un grito de desesperación y una forma autodestructiva de protesta contra un sistema que ya los ha excluido, sintiendo que no tienen nada más que perder.

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