El cuaderno

El espacio se achica. Queda poco margen. Mas prolijidad entonces. Se trata de saber elegir bien. Es la última hoja. No hay otra. Por lo menos por este tiempo. Reducido espacio. Es el cuaderno que todos tenemos y que vamos escribiendo. Rompemos sus hojas, las rayamos, las desechamos. Ahora queda la última. No hay oportunidad para comprar uno nuevo. No se puede. No hay reemplazo. Sencillamente es este. Inevitablemente se va a terminar. Entonces que quede bien. Para que se lea y se entienda. Es el cuaderno que todos tenemos y que vamos escribiendo. Rompemos sus hojas, las rayamos, las desechamos. Mientras la vida es joven. No nos importa. No se toma en cuenta esto. Total, falta. Escribo prolijo o desprolijo y que. Quiero arrancarle sus partes y lo hago. Quién podrá decirme algo. Luego pretendemos borrar situaciones. Sabemos que no se puede. Viene entonces la pregunta. ¿Cuando lleguemos al final del último renglón que es lo que viene? Que es lo que se hace después?. No hay respuesta o sí. Que es tan sintética como brutal. Nada.  Se terminó este cuaderno como también se terminó el tiempo. Ahora llegamos a la última hoja. No hay oportunidad de ir por uno nuevo. No se puede. No hay reemplazo. Sencillamente es este…

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